SUMARIO / Gustavo Gonzalez Godina
Dice mi amigo Enrique Gómez Ramírez (con quien me inicié en el periodismo), que durante los 23 años que fue director de periódicos: Ocho Columnas, Diario del Istmo, Diario de Veracruz, El Universal de Veracruz, El Sol de Texas, La Prensa de Texas, Visión de Oklahoma y Tribuna de Dallas, siempre tuvo numerosos casos de reporteros que llegaban con la “gran exclusiva”… y después de escuchar la “gran noticia” les preguntaba ¿qué tan confiable es tu fuente? Y luego los forzaba a investigar la fuente del “noticiononón” y en la mayoría de los casos todo resultó falso. Hoy es necesario aplicar la misma regla ante la infinidad de ociosos que inventan grandes noticias acerca del Coronavirus: Qué tan confiables son las fuentes que están escuchando o viendo en youtube.com.
Tiene razón, llegan tantas “noticias” acerca del Coronavirus al celular, especialmente a través del WhatsApp, pero que lo remiten a uno al Twitter, al Facebook y al YouTube, que termina uno por no creer ninguna. Que si La verdad sobre el Coronavirus… que si fue una invención de los chinos para apoderarse de las empresas que tenían los europeos y los gringos en China… que si no… que si fue cosa de George Soros y Billie Gates para disminuir la población mundial… que si los síntomas incluyen los de la gripa… que si no, que sólo la tos seca y calentura… que si se previene con un te de esto o de aquello… Miles de mensajes (sin contar los memes que de inmediato son detectados y provocan la carcajada), tantos que en mi caso los borro sin leerlos, ya me tienen hasta la madre.
Solamente me mantengo al tanto de los avances de la pandemia, cuántos nuevos casos hay en cada país y cuántos han muerto; y de los estragos que está causando en la economía mundial, en las caídas drásticas de las bolsas de valores (que nos afectan a todos aunque la mayoría no se dé por enterada), en la pérdida del valor de las monedas ante el dólar (el peso mexicano perdió una cuarta de su valor, hasta ahora), en las aerolíneas, la industria restaurantera, la del turismo, los espectáculos, el deporte, en todo lo que se ha suspendido hasta ahora (y lo que falta). Y hago caso de las recomendaciones que da la Organización Mundial de la Salud (la OMS) para tratar de evitar el contagio, nada más. Lo que diga el gobierno de México me causa risa.
También me parece que ha sido notorio que el mayor daño se ha presentado hasta ahora en aquellos países con gobiernos populistas, como Italia, España y Estados Unidos, que se han demorado en tomar las medidas necesarias que desde un principio recomendó la OMS, especialmente la de limitar la movilidad social para evitar el contagio, no lo hicieron para evitar el pánico y que la gente dejara de comprar y de viajar, y ahí están las consecuencias. Entre esos países está México, pero éste es un caso aparte, aquí fueron los conservadores los que se disfrazaron de Coronavirus, como un par de semanas antes se disfrazaron de feministas, nomás para fastidiar al presidente López Obrador.
Después de que la OMS recomendó la sana distancia social, es decir, no acudir a lugares donde haya muchas personas, procurar mantenerse por lo menos a un metro y medio de distancia de otra persona, no saludarse de mano, mucho menos con un abrazo o de beso, después de eso el Presidente fue a una comunidad de Guerrero y anduvo en medio de una multitud abrazando y besando a niñas, lo que además me hace pensar que es un pervertido.
Si alguna de esas personas que estuvieron cerca de Él era portadora del Coronavirus, ya se lo pegó al Presidente; y si el portador era Él ya se los pegó a un montón de guerrerenses humildes, que no se podrán atender en el Médica Sur porque no tienen ni en qué caerse muertos. Ahí expresó el Presidente “no nos van a hacer nada los infortunios, las pandemias, nada de eso”
Después le preguntaron al Presidente en una de sus mañaneras que si no pensaba acatar las recomendaciones de la OMS y dejar de mezclarse con la multitud, y contestó que lo haría cuando así se lo indicara el Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez (es de sangre azul por eso lleva tres apellidos) a quien le encargó Él este asunto del Coronavirus, y no cuando se lo dijera algún conservador o algún columnista de la prensa vendida.
Y más recientemente, cuando anunció que irá este fin de semana a Oaxaca y que seguirá mezclándose con las multitudes (y abrazando y besando a niñas inocentes porque no lo puede evitar) se le preguntó por los preparativos para que los mexicanos podamos librarnos del Coronavirus, y contestó que ya están listos los planes contra la pandemia, que el escudo protector es la honestidad, el no permitir la corrupción, Y de paso presumió sus amuletos: Un escapulario al que le llama “Detente” y que contiene una oración que dice “Detente enemigo que el corazón de Jesús está conmigo”, un billete de dos dólares que le regaló un migrante, y un trébol de cuatro hojas que le regaló el dueño de un restaurante de mariscos en Tampico. Eso, dijo, lo defiende a Él del Coronavirus y de todo mal. Obviamente lo de invocar al Sagrado Corazón no es sincero, lo confirman el billete y el trébol, son sólo amuletos, superstición de un hombre ignorante, que se burla así de sus seguidores. A los demás sólo nos causa risa.
¿Cómo no reírse de los planes de Andrés Manuel López Obrador contra el Coronavirus, cuando el Detente, el billete de 2 dólares y el trébol de cuatro hojas, según dijo Él mismo, son sus guardaespaldas? Claro que en los memes
El Detente dice otra cosa, al frente está la imagen del pequeño López Obrador con la banda presidencial y arriba de ésta dice “DETENTE La ignorancia del pueblo bueno está conmigo”; y al reverso del escapulario dice: “¡Detente! Pandemia, inflación, prianista, conservador, adversario, chayotero, neoliberalista… Que el tigre del Pueblo Bueno y Sabio, su odio, su fanatismo, su ignorancia, está conmigo…” Ya está a la venta en Mercado Libre, se llama Escudo Protector N-95 Anti Covid19 Avalado por AMLO y cuesta 699 pesos, o bien a 12 meses de $69.94.
Y lo peor, ahora sí está solo el presidente. Por lo menos en este asunto de la pandemia no hay quien lo apoye, la comunidad médica del país no le ha manifestado su apoyo, la comunidad científica no ha dicho esta boca es mía. Le podrán seguir gritando ¡No estás solo! en las comunidades indígenas de Guerrero y de Oaxaca, o se lo podrán seguir diciendo sus solovinos en el Twitter, pero esa compañía no le sirve de nada. Bueno, hasta el subsecretario de Salud López-Gatell expresó en plena mañanera y en su presencia que ojalá que le diera el Coronavirus a López Obrador… y que se aliviara para que quedara inmunizado.
Por el bien de todos, esperamos que esta actitud infantil, inocente, de risa loca, del presidente López Obrador, no sea la causa de otro montón de muertos. Si no nos causa tanto daño será por pura buena suerte, no habrá tenido nada que ver en eso el Presidente de la República, pero si provoca una mortandad, sí tendrá Él buena parte de la responsabilidad por no tomar las medidas necesarias a tiempo. Por las dudas compre su “Detente” a tiempo.